lunes, 13 de diciembre de 2010

Quincena en la costa, auto nuevo y buzarda

Imagino tu felicidad a media asta
sembrada de mediocridades,
de rutinaria entresemana.
De familia tipo -de gris tipo-.
De polvo obrero con la patrona
-que con el segundo por fin pudo
dedicarse al mercado y la casa
(y cada tanto, a hacerte cornudo)-
Imagino tu cara redonda, transpirada
en los viajes de tren hasta las bolas,
parando el bocho y la mirada,
mintiéndote casi sin creerte
-“el próximo año cambio mi suerte”.
Imagino que con tocar unas tetas,
de alguna que no sea tu compañera
tendrás bastante,
como para perfumarte de otra carne,
para rescatarte, anestesiarte.
Y no llorar por aquellas lejanas metas.



4 comentarios:

martin dijo...

muy bueno!

Anónimo dijo...

por favor no pares de escribir. Me siento del orto porque salgo con un flaco que lo unico que quiere es venir a buscarme los viernes a la noche para cog Lo peor es que nunca me enamoro y creo que esta vez me esta pasando
Leo tu blog siempre y cuando hablás de los hombres no paro de decir: cuánta razon sra mandarina. Saludos.. Y para él hoy le dediqué un: curtite forro

Anónimo dijo...

Mandarina es una grosa!

Juicy dijo...

Bueno, gracias martín.

Chica anónima, no se qué decirte. Me impresionó bastante lo que dijiste, hasta me dió culpa, qué se yo... un señor que te busca para cog.. (?) no lo desdeñaría, con lo vuelteros que están viniendo. :P
Saludos.

Oh, sí. Cada día más grosa. XL estoy calzando :P