Excusas

Esta reflexión surgió con Guacamole, hablando de cómo, viviendo a apenas 4 cuadras de distancia, nunca nos tocamos el timbre para tomar mate (y, como se ve, degeneró en situaciones-excusa que, en nuestra calidad de féminas, explotamos -o explotaremos o vamos a explotar en algún momento-):



*EL EMBARAZO. Obvio, es molesto cuando suponen que el estado de gravidez (¿el resto del tiempo estamos "ingrávidas?) es algo así como una enfermedad y que no podés hacer nada. Pero está bueno cuando te das cuenta que te ayuda a sortear determinadas cosas odiosas: colas paara trámites (el éxtasis es pasar en el supermercado por la caja para embarazadas con el chango lleno); viajes en colectivo con quichicientas personas paradas (esto no se aplica para el tren, en particular para el Roca); reuniones aburridas, piropos subidos de tono (sólo te dicen cosas lindas). En el caso de mi hermana, la muy jipi se la pasa visitando amigos y parientes y manda al "marido" a trabajar, cuales ama de casa dedicada y macho proveedor... jaja... encima lo obliga a cumplir con la misma dieta y las prohibiciones de alcohol y otras yerbas. GRosa.



*LA MENSTRUACIÓN. Me siento mal, estoy de mal humor. Me duelen los ovarios, ¿no entendés? "Estoy toda hinchada" "¿Cómo que tengo razón? ¿me estás diciendo que estoy gorda? Snifff". Además: si tengo ganas, estar indispuesta no es impedimento para nada; si no tengo ganas, es garrón terrible! Debería decirse: "Estoy ni-dispuesta". Onda: llegado el momento será sí dispuesta o no dispuesta.

"Esta semana me comí todo porque me está por venir" (Sí, me está por venir... en 2 semanas). Juauauaua. Y si no me creés, mirá esto: Síndrome prementrual.



*EL HIPOTIROIDISMO. Ésta es nueva y altamente eficaz. Significa ponerle un nombre más científico a "es todo glandular". "Yo te juro que sólo eventualmente me clavo una marquise de chocolate... pero no sé por qué no puedo bajar!... si anteayer empecé el gimnasio encima. Es todo culpa del hipotiroidismo". La glándula tiroides es también la culpable de las ganas de dormir como marmota todo el día y, en la horas de vigilia, deambular por la casa cual zombi(e) con el joggin más raído. Igualmente se le achacan la falta de brillo en el cabello (ni a palos es culpa del Welapón de $3), el color blancuzco del rostro (¿y si tomo sol alguna vez??) y las ojeras (nuevamente, tampoco tiene nada que ver acostarse a las 3 am). Y por supuesto, la medicación es una garcha y no hace nada.

Mea culpa.