1º La música: ¿cómo catzo haría uno para salirse de sí mismo cuando no quiere aguantarse? o... ¿cómo haría para ...
...sentir que tu dolor es poético, porque alguien encontró música y letra que a vos te parecen que reflejan eso que sentís? y encontrar el elemento estético que ya no te hace pensar en el elemento concreto que es fuente de ese dolor.
... jugar con el cepillo de dientes de micrófono... haciendo la mímica de qué, si no existiera la música?
... bailar?
... regalar algo interesante... y decir un montón de cosas sin escribir tarjeta?
... compartir recitales infestados de hombres sudorosos, en cueros y llenos de tatuajes?? jajajaj
... dormir en paz?
...decir cosas cursis, o tontas, o faltas de gracia, sin parecerlo, porque... “no lo digo yo, lo dijo Spinetta en Kamikaze, boludo...!”?
... insinuar que llegó el momento de acariciarse?
... no estar obligado a hablar incómodamente con alguien que no nos interesa?
... que existieran los músicos, esa raza élfica?
2º el tampón: liberó a las mujeres de la incomodidad de la toallita. Ok, ok... ya las toallitas aladas nos liberaron de estar obligando a las amigas a que nos miren el culo a cada rato... y peor... a que nos avisen si estamos manchadas... horror... pero el tampón, si bien previo, fue, si se quiere un descubrimiento personal, que se convirtió para mí, en objeto de militancia cuasi política.
Para muestras, aquí van los botones: pileta en lo de fulanito... ésta voy a faltar; se me adelanta justo para las vacaciones en la playa... ésta voy a tomar sol en short como una looser; quiero concretar con un muchacho... ésta te voy a avisar para que lo pienses... enteráte cuando veas el hilito!
3º El sexo: quita las penas, relaja el cuerpo y la mente, es moneda de intercambio y negociación, arregla (aunque sea momentáneamente) problemas de pareja, elemento de chantaje, área de exploración y descubrimiento... para la carrrtera de la dama y el bolsillo del caballerooo!!... Es mejor que la tele y el celular. Es una actividad que te ayuda a descubrir al otro: ahí se ve si es mandón, inquieto, perseverante, curioso, egoísta, hablador, apurado, chanta, colgado, tímido, pequeño, ratonero... y si vas a querer seguir viéndolo.
4º el celular: sí, sí... todos los que nos hacemos los hippones hemos renegado... jurado y recontrajurado “por estas alpargatas de suela de arpillera que no me saqué en 10 meses” que no íbamos a depender de un aparato... já!
En unos pocos centímetros: teléfono, agenda, reloj, despertador, índice telefónico, diario íntimo, cámara de fotos, albúm de recuerdos, fetiche (¿dónde quedaron los zapatos taco aguja?), arma, instrumento de tortura (propia y ajena), droga enajenadora, equipo musical, vibrador, calculadora, símbolo de prestigio, centro de juegos y... objeto ritual, que para mí, es la principal función.
5º el mate: es bueno solo, es bueno acompañado. Es excusa para pensar, engaña al estómago si estás haciendo dieta. Es parte de una estrofa buenísima de “Las cosas que uno quiere”: “yo quiero para mis amigos (...) un mate calentito en el invierno y una trigueña que les quite el sueño”, que no sonaría tan bien si nombrara otra infusión. Te sirve para demostrar que la tenés más larga si lo tomás amargo (y sobre todo si el contrincante que lo toma dulce es hombre). Sirve también para robarle un beso “legal” al que tomó antes que vos, y darle uno al que tomará después que vos.
Sirve para un montón de cosas... y encima es rico!!!
...sentir que tu dolor es poético, porque alguien encontró música y letra que a vos te parecen que reflejan eso que sentís? y encontrar el elemento estético que ya no te hace pensar en el elemento concreto que es fuente de ese dolor.
... jugar con el cepillo de dientes de micrófono... haciendo la mímica de qué, si no existiera la música?
... bailar?
... regalar algo interesante... y decir un montón de cosas sin escribir tarjeta?
... compartir recitales infestados de hombres sudorosos, en cueros y llenos de tatuajes?? jajajaj
... dormir en paz?
...decir cosas cursis, o tontas, o faltas de gracia, sin parecerlo, porque... “no lo digo yo, lo dijo Spinetta en Kamikaze, boludo...!”?
... insinuar que llegó el momento de acariciarse?
... no estar obligado a hablar incómodamente con alguien que no nos interesa?
... que existieran los músicos, esa raza élfica?
2º el tampón: liberó a las mujeres de la incomodidad de la toallita. Ok, ok... ya las toallitas aladas nos liberaron de estar obligando a las amigas a que nos miren el culo a cada rato... y peor... a que nos avisen si estamos manchadas... horror... pero el tampón, si bien previo, fue, si se quiere un descubrimiento personal, que se convirtió para mí, en objeto de militancia cuasi política.
Para muestras, aquí van los botones: pileta en lo de fulanito... ésta voy a faltar; se me adelanta justo para las vacaciones en la playa... ésta voy a tomar sol en short como una looser; quiero concretar con un muchacho... ésta te voy a avisar para que lo pienses... enteráte cuando veas el hilito!
3º El sexo: quita las penas, relaja el cuerpo y la mente, es moneda de intercambio y negociación, arregla (aunque sea momentáneamente) problemas de pareja, elemento de chantaje, área de exploración y descubrimiento... para la carrrtera de la dama y el bolsillo del caballerooo!!... Es mejor que la tele y el celular. Es una actividad que te ayuda a descubrir al otro: ahí se ve si es mandón, inquieto, perseverante, curioso, egoísta, hablador, apurado, chanta, colgado, tímido, pequeño, ratonero... y si vas a querer seguir viéndolo.
4º el celular: sí, sí... todos los que nos hacemos los hippones hemos renegado... jurado y recontrajurado “por estas alpargatas de suela de arpillera que no me saqué en 10 meses” que no íbamos a depender de un aparato... já!
En unos pocos centímetros: teléfono, agenda, reloj, despertador, índice telefónico, diario íntimo, cámara de fotos, albúm de recuerdos, fetiche (¿dónde quedaron los zapatos taco aguja?), arma, instrumento de tortura (propia y ajena), droga enajenadora, equipo musical, vibrador, calculadora, símbolo de prestigio, centro de juegos y... objeto ritual, que para mí, es la principal función.
5º el mate: es bueno solo, es bueno acompañado. Es excusa para pensar, engaña al estómago si estás haciendo dieta. Es parte de una estrofa buenísima de “Las cosas que uno quiere”: “yo quiero para mis amigos (...) un mate calentito en el invierno y una trigueña que les quite el sueño”, que no sonaría tan bien si nombrara otra infusión. Te sirve para demostrar que la tenés más larga si lo tomás amargo (y sobre todo si el contrincante que lo toma dulce es hombre). Sirve también para robarle un beso “legal” al que tomó antes que vos, y darle uno al que tomará después que vos.
Sirve para un montón de cosas... y encima es rico!!!
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