Te beso los pliegues de la piel,
aprieto uno por segundos entre los labios
antes de soltarlo y volver a él
con la lengua hurgando
un tramo donde la bolita del aro
decida quedarse sin salida
como un caracol metálico
precediendo su paso mi saliva.
Te beso las pecas y los lunares
y las cicatrices y aquellos lugares
donde dice mi teoría
de epidérmica astronomía
que hay puentes de Einsten-Rosen*
que pueden llevarnos
al momento-lugar del goce.
Te beso el nacimiento del cabello
y me deslizo olvidando el sigilo
por las curvas del cuello
mientras de reojo vigilo
la oreja donde daré la estocada
de aliento tibio y carne mojada.
Lamo tu axila, me intoxico,
y finalmente sin inocencia me ubico
me presiono contra tu espalda
depositándome en espuria calma
para rozarte los pezones
con la estrategia de mis razones.
Te recorro con la yema de los dedos
que van ganando en insidia
a medida que alcanza la caricia,
de tu cadera descalzonada
el lado izquierdo.
Al momento muero
descorazonada:
decís no tengo ganas.
(Es un temón y lo saben)
*Podría haber usado "agujero de gusano".... pero temía de mí.
3 comentarios:
Darle el punto final a un poema recargado de imágenes eróticas con un vídeo del puma rodriguez es rock.
Eso es rock carajo!
mandalo a freir churros, querida.
Agarrense de las manos
unos a otros conmigo!
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