Gente, tal vez lo sepan, tal vez ya lo sospechaban, pero igual quería confesar que hace un rato largo* perdí la virginidad, y que estoy en condiciones de repetir la experiencia**.
Mis amigas me venían insistiendo para que lo hiciera por fin, me decían que me hacía falta, que ese movimiento constante de darle-al-pedal-de-la-máquina-de-coser*** con el pie, era señal indiscutible de mi necesidad.
Finalmente me decidí por un hombre****: no era lindo, ni era de mi edad o aledánea, pero definitivamente, tenía algo que me cautivaba, que me hacía volver a él una y otra vez. Tuvimos muchas charlas copadas; él no se guardaba lo que pensaba sobre mí, aunque fuera poco cortés; eso marcó una diferencia muy grande con respecto al tipo con el que yo había salido recientemente; muchas veces, él me pedía que habláramos de ese hombre.
Un día me dijo que se iba de viaje. No me dijo cuándo volvería, ni si estaba en sus planes hacerlo acaso, ni si retomaríamos lo que teníamos, ni si me apoyaría si yo quisiera iniciar algo nuevo con otra persona. Nada. Sólo se fue.
Alguna vez, inesperadamente, la bocina insistente de un auto, me hizo volverme y verle agitando sus manos por la ventanilla, gritándome un “chau, rubia”. En alguna ocasión Cachito, el dueño del mejor bar de Buenos Aires, me contó que había estado por allí con otras chicas. Alguna que otra vez, él me llamó para contarme que había conocido a no-se-qué-familiar de Peteco Carabajal (¿).
Ese personaje, gente, fue mi psicólogo. Ese personaje, gente, tuvo el tupé de decirme un día que a mí me gustaban los tipos que me dejaban*****, y casi sin solución de continuidad, plantarme la terapia sin derivarme o tranquilizarme con su propia vuelta. Yo, en algún revoloteo delirante de pensamiento jugué con la hipótesis de que Pedro me hubiera dejado para probar su punto... olvidate, esa no rola, pelado... si hubieras estado bueno, todavía. Jajaja.
En fin, creo que es hora de reiniciar algo así, pero quizás en esta ocasión elija a alguien menos personaje.
*hace más de un año ya, aunque no recuerdo el día exacto.
**claro que entiendo que el acto inaugural sólo puede darse una vez, pero me cago en la exactitud lógica de la frase.
***por supuesto, de las antiguas, porque las de pedal eléctrico no permiten la ansiedad, so pena de coser desparejo o quemar el motor.
****una tiene sus inclinaciones (¿).
*****esa te la discuto a muerte: si yo sufro porque un tipo me deja, es porque quiero que siga conmigo, no por la situación recién mencionada.
5 comentarios:
Sería largo de contar; pero hoy, la bicicleta del hijo de mi ex psicólogo, está estacionada en mi patio. (?) creepy.
Dele masa al mocoso.
A los psicólogos hay que curarlos así.
(?). Jajaja. Dior te oiga y aunque no sea éste (que vaya la aclaración; no lo conozco), sea otro. No es el caso, es mucho más complicada la voltereta. :P
ME PREOCUPA SEMEJANTE DILEMA....CREAME QUE LE DARIA UNA MANO (?)
ATTE EL SR TELEVISOR
me gustaron los asteriscos(?)
ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Publicar un comentario