martes, 24 de noviembre de 2009

M

"merqueados en la oficina": saludo con que solía atender el teléfono en mi último lugar de trabajo. Consistía en una interpretación libre del nombre de la empresa, cuya metaforicidad (?) está cargada con la crítica implícita (?) que implica pensar que sólo con algún tipo de estimulación al organismo, podría una subsistir tantas horas en ese lugar*.
Militonto: especie humana, cuyo habitat privilegiado son los pasillos de Puán y aledáneos. Se trata del típico militante-robot, que hace gala de su militancia en algún partido de izquierda (¡obvio!) básicamente para ganar minitas** y garronear algún carguito político; transita por la vida con el cassette puesto y no relaja un minuto su discurso y, por lo mismo, puede llegar a ser tan incoherente como para acusarte de hacerle el juego al Imperio por estudiar inglés mientras su heladera rebosa de productos importados, de esos que una no imagina comprarse ni en sus sueños más lujuriosos (pero claro, ¿quién imagina la mostaza de dijon en el cuarto estante de la heladera mientras te recita el manifiesto comunista con la remera del che hecha jirones?). Mondiola: corte de carne que la gente de bien llama bondiola. Es el plato (ponele que el encerramiento entre panes pueda llamarse plato) por antonomasia de la gordita bondiolera (véase). Se caracteriza por su equilibrada mixtura de tiernitud y grasa.
Se recomienda su ingesta en los carritos de la costanera sur, acompañada con abundantes cucharadas de todas las salsas radiacticas que tenga el citado carrito. Bueno, para una primera vez, con que le ponga criollita y ajo y provenzal, está perfecto... pero sepa que tiene que hacer ginasia (ver).
Morsear: hacer fiaca. Generalmente, echada en la cama y atiborrada de comida con alta graduación calórica.


*Conviene decirlo muy rápidamente y con un nivel de claridad in crescendo (o de ruido in descendo), para evitar problemas con los trompas, quienes podrían no encontrar tan graciosa esta renominación de su antro de explotación.
**o minitos, según su deseo (aunque en cierta izquierda no está bien visto ser puto, che).

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