
2- Un bronceado inconcebible en mí. Por primera vez, sorteando todo pronóstico, tomé un color marrón-dorado que asombró a todxs lxs que me conocen... empezando por mí misma.*
Por supuesto, no es un bronceado perfecto, tampoco la pavada: soy una persona que no tiene paciencia para lagartear bajo el sol** cómodamente, de modo que, habiendo permanecido sentada con sendas manos en jarra apoyadas en la cadera, quedáronme, cual figuras al stencil, mis dedos impresos en blanco: los pulgares en la espalda y los ocho dedos restantes en la panza, fundiéndose en un punto equidistante entre el ombligo y la cintura, con la raya blanca que generó el rollo que se evidencia al sentarme.***
Así que es definitivo: voy a apostatar... pero no quedaré en el puro ateísmo: planeo entregarme a la adoración totémica del FPS 60.
3-La decisión de hacer de mi cuerpo campo de experimentación para la etología masculina: con la abnegación de un funcionario haciendo uso de los fondos reservados, dejé de depilarme, para poner a prueba nuestra****última hipótesis.
La observación nos había permitido elaborar una hipótesis sobre los peludos, que requería urgente comprobación para seguir avanzando en la investigación: los peludos forman pareja, casi exclusivamente, con peludas.
Si bian a algunas podrían resultarles aberrantes una axila poblada de vellos como matorral, una sonrisa techada de bigotes a lo Frida o una entrepierna accesible únicamente con machete desmalezador, nuestra hipótesis de trabajo indica que estas características son percibidas como sexualmente atractivas y valoradas como reveladoras de una postura ideológica (?)***** por los peludos.
*Lamento no tener en este momento peludo alguno con quien presumirlo y disfrutsarlo, pero para subsanar esta ley de murphy personal, planeo sacar fotografías que lo documenten para la posteridad.
**Prefiero el término morsear, que no implica necesariamente echarse bajo el sol, sino que por ser la morsa un animal de sangre caliente, existiría la posibilidad de hacer referencia a echarse en la sombra con más gusto...y además implica un volumen corporal mayor.
***Podría parecer de lo peor esta suerte de stencil... pero la comparación con cualquiera de mis anteriores versiones de quemado palito-de-la-selva, lo convierte en mi mejor bronceado histórico... un hito.
****Hablo de mí y de mis colaboradoras en este campo de investigación: Zuper-luzer, Guacamole y muchas más investigadoras que, totalmente ad honorem, trabajan por amor a la ciencia.
*****Ah sí: ser peluda imprime cierto halo feminista (pudiendo ser la peluda efectivamente feminista, pero no necesariamente -que planteado así es una huevada atómica, y planteado de otro modo también- pero nos abre una línea para extendernos un capítulo completo en la indagación acerca de la ideología de la peluda en nuestra tesis final)... pero claro, hablamos de halo, y no de la fuente de irradiación, ya que eso espantaría redondamente al peludo -que en el fondo es como todos los hombres, pero con más pelo-.
A propósito.... si esta entrada te resultó muy encriptada y con chistes internos... prestá atención que la próxima se viene el diccionario lexicográfico de las real academia mandarinense.