lunes, 15 de noviembre de 2010

Roberto* y la puta que te parió

Debo ser tan copada (?) que los señores se obstinan (algunos apresuradamente incluso) en cruzar la línea que separa al chongo del amigo**.
Lejos de las actitudes profundamente adultas*** de algunos señores, que eligen diluirse en el éter, o fingir estar repentinamente muy ocupados, o incluso, enojarse con una sin tener la delicadeza de contarnos por qué (pero sin obviar los gestos de señorito ofendido, eso sí que no)***, últimamente no he recibido más que invitaciones a ver tocar a sus bandas, leer sus escritos, hablar de sus vidas o incluso a desayunar... pero de revolcarnos, ni noticias.
Yo (no) quiero tener un millón de amigos (y mucho menos que estén buenos y no me den bola), pero qué le voy a hacer si "el mundo me hizo así (y) no puedo cambiar", ¿eh?. ¿Entregarme al vino? Para nada, no necesito ese tipo de excusas*****.
No me entregaré******. Pondré en marcha una nueva investigación del EEM (equipo de etología masculina) con el fin de ayudar en el futuro a otras víctimas de este comportamiento anómalo del macho argentino.
Buenas noches (?)


*Carlos, Roberto Carlos. :P
**El sentido común podría indicarnos que el país de los chongos y el de los amigos no son limítrofes... sin embargo, el comportamiento imperialista del país de los amigos ha logrado colar unos estados tipo Alaska o Puerto Rico, que te cagan la existencia.
***léase con una alta dosis de sarcasmo. Si usted carece del mismo, lea directamente "actitudes infantiloides (y del orto)".
****No doy por cerrada aquí la lista, ya que siempre nos pueden sorprender con alguna nueva actitud profundamente adulta***.
*****Por el contrario, ya estoy entregada.
******en sentido metafórico quiero decir, algo así como "no abandonaré mi lucha"; porque lo que es en sentido literal, si algún chongo quiere volver al país, se le repatriará como a un héroe.