martes, 21 de octubre de 2014

Si yo no te odio

No te odio.
Y me odio por no odiarte.
Y me odio por preguntarme:
¿por qué me muerdo el labio inferior
cuando te pienso? O...
¿por qué, si soy una nazi de la ortografía
no me importa que escribas para el culo?
¿Y por qué sos tan lindo y tan rubio
si a mí los rubios no me gustan?
¿por qué me erotizan tus tatuajes tumberos
a lo Pocho Lavezzi?
¿Por qué tenés esos tubos marcados
si yo no me cojo tipos que estén bien,
si yo no me cojo adonis(es)?
si yo no... cojo.

Tirame una punta
para saber por qué me pongo más pelotuda de lo habitual
si me tocás la rodilla y preguntás
si estoy bien. Y nada más.
A ver, contestá:
¿por qué si te escribí en facebook hace 3 días
todavía no me contestaste?
Y además...
¿por qué no esperaste
para tener hijos con mi útero?
(explicame por qué mierda
tengo ganas de darle uso a mi útero)
¿por qué me obligás cada noche,
a pensar cómo goma te voy a responder
cuando me declares tu amor
y cada noche que va pasando me enojo más
porque en todo el día no me lo dijiste
y no dormí ensayando mentalmente al pedo
y al final me arrepiento
porque me mirás -en mi cabeza-
con tus ojos perversos
y celestes (que no me gustan
pero algo me generan)?

¿Por qué no me das bola?
¿porqué te asustás
si yo no te odio...?

sábado, 18 de octubre de 2014

Poema del sudor

Del sudor, tu forma originalísima de sudar
del sudor como aceite esencial
del oler, pleno éxtasis sensorial.

De tu olor, de mi forma originalísima de flashear
De la química de la sal
que despides al sudar.

Del dolor, como forma originalísima de mudar
de tu ausencia corporal
al recuerdo presencial.

Del motor para mi forma originalísima de reclamar:
No te bañes, corazón
que te quiero con sabor.


(Iba a insertar uno de Los Gedes, pero me fumé un pomo -ahora me acuerdo por qué tiendo al caretismo-y se me coló un Dyango unchained nostalgioso).