lunes, 31 de agosto de 2009

F, G

Felne blanca: Cacho Branca, en venta en algún mercadito chino. La particularidad radica en que el citado chino lo escribirá como él lo pronuncia; además de comercializarse a un precio irrisorio y estar sospechado de haber sido comprado a piratas del asfalto.

Ginasia: entrenamiento de resistencia -contrariamente a lo que pueda pensarse, no es para resistir en fuerza o en movimiento, sino básicamente en cantidad de cosas ingeridas o bebidas-. Cuando unx bebe como un cosaco después de un período de ley seca, puede decir que está "haciendo ginasia", o cuando se clava más de 3 porciones de pizza, puede decir que se consiguió hacer esto gracias a la ginasia (y por supuesto, dedicar una mirada de superioridad a aquellxs que se rinden luego de la segunda)*.

Gordita bondiolera: mujer adoradora de la bondiola de la costanera, que no tiene ningún empacho en mostrar orgullosa los resultados que su adoración generan en su silueta, y aún así, creerse la más sexy de todas. No es un insulto sino, muy por el contrario una descripción elogiosa de una mujer que sabe lo que quiere (disfrutar del buen comer, de ese que hace subir los niveles de colesterol) y no se trauma al conseguirlo (a lo sumo una vez cada tanto le darán ganas de anotarse en el gimnasio y vivir a verdurita, pero se quedará sentada meditando hasta que se le pasen).

Grasa: eufemismo para atorranta. Cuando el peludo** no cuenta con las herramientas gestuales del puancella**, recurre a los eufemismos... pero claro que se cuida de usar el tono y los ejemplos exagerados para que la paparula de turno, comprenda que se trata de un juego de desviacion y torcedura del sentido, para aludir a uno más grueso que aquel al que habitualmente nos remite la palabra grasa (en las antípodas del cheto que, claro está, sabemos que el peludo no es).
Así que ya sabés, gordita bondiolera amiga, si vos te quejabas porque el peludo no se animaba a decirte eso que a vos te hubiera gustado oír en la cama, no esperes escucharlo cuando quiera insultarte tampoco... el peludo mantendrá su corrección política (habrá quienes dirán hipocresía... lxs dejamos decir, nomás)... ¡no vaya a ser que se le tache de misógino, justo a él! :P





*y para hacer ginasia, como todo el mundo sabe, hace falta la ropa adecuada; en este caso se recomiendan las babuchas y las polleritas hinduses, que cederán ante el impulso de la barriga cómodamente, sin necesidad de andar bajando cierres y sin la inminente peligrosidad de botones saliendo disparados ante las arremetidas furiosas de la carne pujando por salir fuera de la ropa.
**a no desesperar, más bien a esperar hasta que llegue la p.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Crónica recitalera

Hacía un tiempo que estaba que me hacía pogo encima. Necesitaba intercambiar sudores (no necesariamente producto de la actividad sexual) con desconocidxs, volver a casa con moretones (nuevamente, no producidos por los antes mencionados menesteres venéreos), gritar barbaridades a quienes estuvieran sobre el escenario (en este caso sí hablamos de barbaridades de tenor sexual)... en resumen, ir a un recital.
Por fin pude concretar todo esto y más a principios de este mes, cuando Divididos tocó en El Teatro de Flores: allí partimos con Gacamole, con más de 2 horas de anticipación, munidas de nuestros kits recitaleros (jeans, musculositas sudables debajo de gruesos pulóveres, zapatillas todo-terreno y un alto grado de excitación).
19.10 estábamos contra la valla del escenario, en musculosa y sin sentir el frío, merced a la excitación antes mencionada.
21 horas empezó el show, que fue excelente.

(Aquí aclaro dos giladas):
Como yo no me permití despegarme de la valla, no me vi favorecida con la camaradería de un compañero de pogo*, como sí le ocurrió a Guaca; pero en compensación (?), pude ser salpicada por el sudor de Arnedo, de tan cerca que estaba.
El babydoll de bondiolas prometido para seducir a Mollo no pudo ser (llegamos a las 19 y el recital comenzó a las 21 aprox... y el hambre era grande –o como dijo graciosamente Guaca, había un lijandroaristimuño que ni te cuento-... y no quedó otra que ir desprendiéndolas a medida que el hambre llegaba a su punto máximo)**.

(Acá va lo importante, ponele):
Pero lo remarcable, la anécdota que quedará en mi memoria por siempre***, será la love story de Karina y Lola. La parejita –con un promedio de 20 años de edad- estaba detrás nuestro. Lola, rubia de dreadlocks y Karina, una flaquita que, mojada, pesaba 40 kgs, pero que sin embargo se las apañó para gritar como energúmena casi todo el recital, en claro trance excitatorio. Toooodo el tiempo escuchamos sus alaridos proponiéndole a Arnedo comprarle su bajo, o comentándole su profunda admiración. En un momento, alguien me toca****: era Lola, que había subido a cococho a Karina y me preguntaba si la ayudaba a “revolearla” al escenario. Ok, pero se va a hacer mierda, respondí yo sopesando la distancia entre la valla y el escenario. Nah, vos ayudame a subirla nomás, me respondió Lola. Dale (delirando que quizás Karina, de tan flaquita, podría volar si todxs soplábamos fuerte).
Finalmente Karina pudo subir al escenario y el copado de Mollo***** la dejó cantar con ellos. Mientras Karina demostraba lo suyo, Lola atrás mío, lloraba emocionadísima, me apretaba una mano (¿) y gritaba “mi amor, vos te lo merecés, cumpliste tu sueño, te amo” (muuuuchas veces).
Resultó que Karina cantó bien, y que cuando terminó el recital se encontraron y se besaron contentas (alucinando al gordito de gafas, obvio).
Minutos después me encontré reflexionando frente a una milanesa a caballo con dos (¡dos!) huevos fritos******, y anoté mi primer ítem en la búsqueda del hombre perfecto: alguien que me ayude a conquistar mis metas, y que se ponga tan contento y lo disfrute tanto como yo, una vez que lo consiga. Ah, sí.. prometería retribuir.
Bueno, ahora sólo me queda saber cuáles son mis metas (?).



*Este es un concepto que debe ser ampliado próximamente. Por ahora, baste decir que el/la compañerx de pogo es quien sonríe cómplice (o atontadx por los golpes) ante nuestras aventuras (conseguir salir de abajo de una montaña de gente, por ejemplo), te cuida (tiende una mano para rescatarte del mar de cuerpos -o da codazos incluso- para conseguir ese noble fin) y quien, finalmente, desaparece sin decir "te llamo" o "nos vemos" (¡ni siquiera un "que no se corte, nos vemos en el próximo pogo"!).
**Esto podría no ajustarse -como un calzón asesino- a la realidad, pero a no descreer, de haber contado con la publicitada prenda, hubiera ocurrido lo aquí descripto.
***O lo que tarde un coágulo groso en generarme un episodio de amnesia.
****Pero con ademán de hablarme también.
*****Esto abona mi sospechas acerca de que Mollo ya volvió a ingerir vacipán a escondidas de Nati por lo menos (porque no jodamos, no se puede comer sólo verdurita y tener buen humor).
******Intento mantenerme de un humor impecable. Es un servicio para el mundo que me rodea, no es gula.

domingo, 9 de agosto de 2009

La conchuda de la ex novia

Ése es el título que ostento aparentemente desde hace algún tiempo* y que, para qué negarlo, me hizo mucha gracia cuando me enteré casi por accidente.
La cuestión es que, dada mi condición de subempleada, mucha gente, cuando se entera de alguna vacante laboral, me avisa; y A.J. -mi ex- no fue la excepción. Me comentó que en el organismo donde trabaja él, estaban haciendo una búsqueda, pero que no era para su mismo equipo**, sino para uno en donde el jefe es medio garca. Su descripción pormenorizada de las características de este señor no terminó ahí; muy por el contrario, se explayó mencionando que hace gala de algunos prejuicios sexistas y etarios y que tiene muy mala fama en el organismo... y para graficarlo mejor**, pasó a reseñarme la siguiente anécdota***:
"estábamos con mis compañeros en el patio y uno comentó si habíamos visto la cartelera de búsquedas y todos contestamos que sí, pero a quién le íbamos a recomendar a semejante personaje... ¡al enemigo!. Todos rieron y asintieron, y alguien mencionó a un ex compañero de trabajo que, aparentemente, era muy mal llevado. Nuevas risas generales. Entonces otra compañera le recordó: le podés decir a tu ex novia, ¿no está sin trabajo?. (Risas)****"
Del análisis de la anécdota con lxs compañerxs de trabajo se desprende que he sido mencionada con anterioridad entre ellos y que no ha sido en muy buenos términos, razón por la que me asocian a la mala gente a la que se podría castigar con tal jefe. Hasta podría arriesgar que soy la-conchuda-de-la-ex-novia, término simétrico invertido***** del corriente el-forro-de-tu-ex, que es tendencia para nominar al ex que no se portó bien con una amiga.
A.J. con su santa inocencia sin estrategias me puso al tanto de este nuevo título... y Guacamole, con su sabiduría a prueba de acidez (o hecha de), me hizo amarlo: "alegráte, por fin una vez no sos la-boluda-ésa".

Cheers

Ah, espero que en su momento se haya permitido calzarse el casco y sacarse toda la bronca, así... total, oídos que no escuchan, corazón que no siente. Jeje


*como no me invitaron a la ceremonia de premiación, no podría decir hace cuánto exactamente.
**por esto de "el que avisa no traiciona" (punto para A.J. )
***esto es una recreación literaria, más o menos fiel de la anécdota, no estoy tan loca como para grabar mis conversaciones (bah, sólo algunos chats :P )
****sospechadas, por eso el paréntesis.
*****sacrebleu!, parece que me levanté levistraussiana... (y yo que cené livianito...).

martes, 4 de agosto de 2009

E


Eros: variedad segundona de ferné. Como su apellido (Ramazotti) es de origen italiano, también su apodo lo es.