viernes, 28 de marzo de 2008

Voyeur de mí misma (y de otros)*

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Hace un par de semanas fui a casa de mi madre y descubrí, horrorizada, que tenía sobre el escritorio del que alguna vez fue mi cuarto, una caja de recuerdos que yo solía conservar sobre el ropero (que suena alejado como... ¿Longchamps?). La caja estaba ahí, a la vista, y a merced de la curiosidad de cualquiera que pasara por allí -o que parara allí, ya que mi madre utiliza ese cuarto para dar alojamiento a los invitados-, repleta de cartas, boletos (los que menos me preocupaban), tarjetas, anotaciones y demás fruslerías.
No quise embarcarme en una discusión sobre el resguardo de mi intimidad (como se efuscan los artistas con los medios de comunicación), de modo que saqué subrupticiamente MI caja de recuerdos, y me casi corrí a casa, a evaluar los daños.


Eran cuantiosos.


Descubrí, entre otras cosas, un cuaderno que habíame completado una amiga, con historias, chanzas, fotos y ¡hasta poesías!; más cartas de amigas, tarjetas de salutación de cumpleaños y... cartas de amor. La mayoría eran de Pantriste; no sé por qué, dada mi tendencia a anular la historia anterior (o sus monumentos por lo menos). Supongo que la inalcanzabilidad de la parte superior del citado ropero, resguardó esos documentos de las revoluciones posteriores.
Mi primera sensación fue la de vergüenza, pensando que mi madre podría haber tenido tiempo de sobra para regodearse en la lectura de esa parte de mi intimidad -¡y la de Pantriste!-.
Mi segunda sensación fue la de la vergüenza ajena. Sentí el extrañamiento. Ni quien escribía era él, ni a quien escribía era yo. Pudiera ser que algunos fallecidos... ¡y yo husmeando en sus intimidades, en sus palabras cariñosas, en sus códigos!
Y aún así, con todo ese material, no podría hacer una arqueología satisfactoria de esa relación... ¿en qué momento cambian las cosas? ¿cuál es el momento exacto en que el corazón deja de latir con ese ritmo?
¿la primera vez que una siente que puede dormir tranquila lejos del otro?
¿se puede medir el porcentaje gradual de pérdida de interés a través del tiempo?
¿se puede explicar con una teoría general el nacimiento, desarrollo y muerte de cada relación?

...

Hace pocos días seguí indagando en un space de fotos de otro pasado (no tan historia antigua... mmm... ¿moderna, diría?). Muy ordenadito por meses. Lástima que las fechas que automáticamente coloca la cámara en las fotos, no siempre coincide.
Parece el trabajo de un historiógrafo tendencioso y desprolijo. O de un desengañador didáctico. No me decido en el matiz de la interpretación.
Algunas de las fotos que subió dicho individuo, datan de épocas en que las historias del mismo y de ego, se cruzaron. Sin embargo, el prócer (¿hay un femenino para prócer?) que reivindica ese libro de texto -o fotos... aunque intenta aclarar algo con los textos- no soy yo.
Ni las pequeñas aclaraciones como "los ex" o "julio" (cuando las fotos son anteriores), ni las omisiones (ojo, en una foto se ve mi pelo... jajaja), logran ocultar convincentemente el caracter fantochal (de latín fantochada ¡cuác!) de esa versión de la historia.
Esta otra investigación arqueológica me dejó, más que un gusto amargo, un asco infernal.
Pero después del vómito viene el alivio. De haberlo sabido antes, me inducía yo misma el vómito.
De regurgitar, ni hablar.


*¿o arqueóloga? ¿o historiadora? ¿o detective?¿o bulímica emocional? Quién sabe. Yo no.
**la de la foto, para quienes me conocen será evidente, no soy yo. Hay partes que no se pueden ver por completo a través del pequeño espacio del ojo de una cerradura. Jajaj.

martes, 18 de marzo de 2008

¿Qué onda? (titulares de mi vida)


*Hombre-niño que no me habla en más de una semana, un día se cuelga 15 minutos clavándome la mirada directo en los ojos y acariciándome el pelo.

*Duermo entre 3 y 5 horas diarias, pero llegadas las 24, no consigo conciliar el sueño.

*Amiga de años, desaparece -cual hombre- sin mediar palabras.

*Después de meses sin tentarme, veo que SH ha subido nuevas fotos a su space. Pequeño dolorcito acompaña la vista de las fotos de la nueva panza creciendo.

*Nuevas amigas arrancan sonrisas a raudales.

*Problemas ajenos no me dejan dormir.

*Fiaca irresistible deja vencer seminario. Horarios de este cuatrimestre para recursarlos, son imposibles. Aún así, la fiaca resiste.

*Noche de danza desenfrenada, deja como consecuencia esguince.

*Traumatólogo de turno, está que se parte (y no tiene anillo). Recomienda plan tranquilo para el sábado. Juicy, lenteja, no le dice que entonces la invite a tomar una cerveza, sentaditos y quietitos.

*Juicy más mística que nunca: durmiendo acompañada sueña que se le clava un clavo en la mano derecha. Se devana los sesos buscando el significado (no psicológico).

*Pérdida en la cocina desata los más bajos odios hacia el vecino de al lado (que no la arregla).

*Terminé "La falsa medida del hombre" de Gould y empecé "Humano demasiado humano" de Nietzche. Añoro hojear la Pronto que traía mi madre.

*Archi-Madre cumple años y decide no festejar con sus hijas (Juicy no es la excepción).

*Semana Santa promete ser período para rockearla (?).

*Entre gritos e inundaciones, el laburo se pone más bizarro.

*Hija de 6 años no deja de leer ni en el baño. Madre blogger, henchida de orgullo, no pasa por la puerta.

*En breve comienzan los cursos de filo, teatro e inglés. Ojeras prometen hacerme parecer a "El cadáver de la novia".

*Sobrina preciosa hace desear otro bebé. Hermana hecha una piltrafa, recuerda bondad de los métodos anticonceptivos.

*Amigas cariñosas y hombres esquizofrénicos aceleran lesbianismo (?).


... Ampliaremos en el próximo boletín. :P

viernes, 14 de marzo de 2008

Máximas (mínimas) de esta semana


"Las rubias vienen con autoestima alta incorporada; son como los autos con airbag". Negra Guacamole dixit*


"Con vos me siento siempre en orsai... y como las mujeres no entendemos la ley del orsai, chau". Juicy Mandarine dixit**


*Obviamente disiento totalmente. Soy un claro ejemplo refutador. Es redundante aclarar que la negra Guacamole es morocha en demasía.

**Nada mejor que decir chau con una frase ingeniosa -bueh, se dirá que exagero, pero mi pack viene con autoestima alta, según Guacamole- que ponga en evidencia el machismo del otro... para sentirse menos loser.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Si actuaba Malagata, iba (anécdotas del viaje, dos meses después)

Por suerte, y a pesar de la información del sitio oficial de la gobernación de Jujuy, el carnaval empezó para la misma época que siempre. Así que pudimos disfrutar de todo el carnaval. El desentierro del diablo lo vivimos en Purmamarca y los días subsiguientes de festejos, en Maimará, Tilcara, Humahuaca, Iruya y La Quiaca.
La joda empieza al mediodía, con una comilona importante que conviene no saltear, ya que, aunque preparado con mayor o menor grado de graduación alcohólica, lo que se chupa en estas jornadas, no tiene nombre. Después –y a base de la cantidad de alcohol recién mencionado- hay que mantenerse no solamente de pie, sino bailando, al ritmo de una banda en vivo*. Eventualmente la comparsa sale a florearse por las calles –también bailando y chupando, por supuesto- y por la noche sigue, hasta bien entrada la madrugada.
Todo esto, como no me voy a cansar de repetir, abundantemente regado de chicha –servido en el culo o el gollete de las botellas de plástico de 2 ¼ ltrs.- y vino con coca cola (o la opción barata de turno). Y mi parte preferida: guerra de talco, espuma y serpentinas. Por supuesto, se trata de enchastrar a la gente del sexo opuesto –cosa que traté de inculcarle a mi hija fervientemente, enchastrando a cuanto peludo ví (es más satisfactorio llenar cabellos y/o barbas, ya que una estima que será más dura de eliminar la roña de ese modo... jeje).**
En Purmamarca y Tilcara la cosa es un poquito más tradicional... ahora en Maimará, como diría Crónica, “estalló el carnaval”: ahí tocó “Damas gratis” y “Bandy2” entre otros (el único que conocía yo era el primero que mencioné). Y en San Salvador y Humahuaca se presentó un consagrado***: “Adrián y los dados negros”. Los afiches de “Bienvenido Adrián y Los Dados Negros a Jujuy”**** tapizaban todas las paredes de las calles “céntricas”.
Y la boluda andaba buscando dónde tocaba Tukuta con los hermanitos Tolaba y Fortunato Ramos...

*Creo que ahí es donde podría haber cumplido con mi fetiche de los músicos -estuve lerda, o guardándole fidelidad, quién sabe por qué, a alguien que es más ciclotímico que yo-. Es fantástico: un gran porcentaje de la población toca algún instrumento; y las bandas de las comparsas, por más que sean bandas de pueblos chicos, tienen muchísimos vientos, redoblantes, y hasta acordeones.
**Mi hipótesis –completamente infundada y caprichosa- es que, la enchastración del sexo opuesto depende también del grado de belleza que se encuentre en la persona. Cuanto más lindo/a, más querrán enchastrarlo/a. Digo, como pasar por la puerta de Cemento en las primeras épocas y sentirse una diosa si te volaba algún escupitajo.
***No sé si hablar en plural o en singular... ¿los dados cuentan como personas?, ¿y Adrián?, ¿Adrián es a los dados negros como Patricio Rey a los Redonditos de Ricota?
***Me hacía acordar a los avisos de los canales de tv tipo “Bianvenido David Bisbal a la Argentina”. Se les pasó eso de “artista exclusivo de...”.

jueves, 6 de marzo de 2008

Cuando Frida Kahlo se va a la mesita de luz


Si tuviera que nombrar
aquello que me hacés y que adoro,
enunciaría primero, quizás,
esa costumbre de mis aros quitar
de tranquilo modo.

Como un perro de Pavlov al escuchar
apoyándolos sobre la mesita tintinear,
mi cuerpo se prepara –¡y no a babear!-
pues tu gesto inequívoco comprendo
y al saber qué vendrá, no me contengo.

Concatenado debería mencionar,
otro detalle que en mi interior causa revuelo:
el carácter sensual de tu pelo,
que con su perfume no hace más
que avivar a la gata en celo.

Sé qué dirás: “sos una pajera”
porque me gusta evocar
que entre mis dedos se desliza la seda...
hasta que dejo de peinar:
ya no puedo (me desconcentro) pues me quedo a la espera

del momento en que mi pulso más se acelera
y parece la piel, de un alocado latir carcelera.
Del momento en que mi razón mengua:
cuando con dulce fruición besás mis labios mudos,
cuando a cambio yo me muerdo aquellos que sí pueden la verba,
cuando me hundo, me inundo.
Espero ese instante en que con tu lengua,
me hacés gritar mi alegría al mundo.


A mi favor, diré que por suerte no siento el respeto de la métrica como obligación. Habrá quien no se permite hacer esta concesión, dependiendo de su profesión (o su obsesión). A mí en cambio, me gusta la aliteración.

Cuak.

Anoche no tenía sueño.... se nota, ¿no?