viernes, 25 de enero de 2008

Dicen los toreros: "Buena suerte, compañeros"

Es muy raro, pero una de las "obligaciones morales" que siento de un tiempo a esta parte, es comentar a la gente que lee que, por lo menos, estoy viva. Cosa que me ocurre desde que tengo contacto más fluído con quienes leen el blog, pero mejor dicho desde un poco antes, cuando me metí en la blogósfera como lectora... y sentí la angustia extraña de los blogs abandonados. Angustia porque se que detrás de cada blog hay una persona y, porque mi cabeza afriebrada a veces vuela demasiado (baste decir que ya trasladé a mi mate la clásica de las tías "pero esta semana no supe nada de vos, pensé que te había pasado algo").
De modo que yo aviso: me voy de vacaciones.... y no pienso caminar varios kilómetros ni pagar sumas siderales para acceder a la red. Cuando regrese habrá anécdotas y fotos varias.
Por fortuna, antes de irme, mi sobrina tuvo el tupé de nacer... (ya creía que me iba a perder sus primeros días), así que cuelgo una exclusiva de la niña. Se llama ALMENDRA, y es un bombón de chocolate blanco.


Amén: Por dió...¡cómo estoy con los temas de Calamaro!... ¡más vieja y más blanda! (en varios sentidos, claro está... por eso no dejo ni loca la bici, jeje).

jueves, 17 de enero de 2008

"El chino nunca perdió el control..."


Llegué ayer del trabajo y me recosté para ver el final del noticiero. Sin embargo ninguna nota ví, pues me quedé dormida y recién a las doce y pico me desperté.
Estimo que porque pensaba ir a comprar al chino –me causa gracia y me encanta cómo el gentilicio reemplazó al sustantivo mercado- que soñé lo que soñé. No lo sé.
Fui a comprar a una especie de verdulería exótica (bah, lo más exótico que yo debo conocer es el jenjibre) y como debía esperar, me puse a hojear un diario –tampoco sé cómo es que lo entendía... ¡si estaba en chino!- que tenía una nota sobre monstruos mitológicos chinos.
Aparece entonces una viejita que, en lugar de atender qué quería yo comprar, me relataba –sin mirarme, como si yo le hubiese dado el pie que estaba buscando para hundirse en sus recuerdos- sus experiencias oníricas con dichos monstruos.
Salió entonces del fondo del local, el que yo juzgué nieto de la señora: un chico de veintilargos, melenita negra y despareja hasta los hombros y hermosos ojos rasgados. A mí me gustó inmediatamente. Pero cuando abrió la boca, empezó a desmentir desdeñosamente, con porteñísimo acento de Balvanera (¿?), los dichos de la viejita.
No sé por qué, siendo tan insegura como soy en las cosas del cuore, supe en ese momento que yo iba a volver a comprar ahí asiduamente hasta tener una historia con el chico; y que en realidad lo iba a hacer como fetiche, porque en realidad me iban a interesar más las historias de la abuela.
Ah, la viejita y el nieto son chinos.


Atención chicos con rasgos orientales (del oriente del mundo, no de Uruguay): si son un poco más crédulos con respecto a algunas cosas mágicas, y gustan de tocar algún instrumento en cuero (léase: instrumento musical y ejecutante sin ropas, respectivamente) –preferentemente la trompeta o el violín- sepanlo: mi corazón está al alcance de sus manos.
Nota: Si les gustó el chinito de la foto, vean acá que también es interesante por otras cosas.

jueves, 10 de enero de 2008

Más que con Felipes hermosos, yo me quedo con Juanas locas

Después de la polvareda que levantó el tema de Felipe y la curiosidad que nos despertó a muchos, tomo partido. Me quedo con Juana, enamorada hasta la locura. Cuando murió Felipe -que mucho no la correspondía, pero para cumplir le hizo 6 bepis- lo paseó 8 meses, hasta enterrarlo. Hablan hasta de necrofilia. Para mí, eso es querer birlar aquello de "hasta que la muerte nos separe". Se zarpó un poco, pero me cayó bien esa parte.
Aquí comparto unos fragmentos del gran Federico, que la homenajean.


ELEGIA A DOÑA JUANA LA LOCA
A Melchor Fernández Almagro

Princesa enamorada sin ser correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza
a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol.

Eras una paloma con alma gigantesca
cuyo nido fue sangre del suelo castellano,
derramaste tu fuego sobre un cáliz de nieve
y al querer alentarlo tus alas se troncharon.

Soñabas que tu amor fuera como el infante
que te sigue sumiso recogiendo tu manto.
Y en vez de flores, versos y collares de perlas,
te dio la Muerte rosas marchitas en un ramo.

(…)

Y, sin embargo, estabas para el amor formada,
hecha para el suspiro, el mimo y el desmayo,
para llorar tristeza sobre el pecho querido
deshojando una rosa de olor entre los labios.

Para mirar la luna bordada sobre el río
y sentir la nostalgia que en sí lleva el rebaño
y mirar los eternos jardines de la sombra,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol!

¿Tienes los ojos negros abiertos a la luz?
O se enredan serpientes a tus senos exhaustos...
¿Dónde fueron tus besos lanzados a los vientos?
¿Dónde fue la tristeza de tu amor desgraciado?

En el cofre de plomo, dentro de tu esqueleto,
tendrás el corazón partido en mil pedazos.
Y Granada te guarda como santa reliquia,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol!

(…)

Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana,
la de las torres viejas y del jardín callado,
la de la yedra muerta sobre los muros rojos,
la de la niebla azul y el arrayán romántico.

Princesa enamorada y mal correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza
a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol.

miércoles, 2 de enero de 2008

Felipe El Hermoso... ¿era Borbón? ¿o era un bombón?

Amores perros


Mi hermana (8 meses y pico de embarazo) anda para todos lados con el perro (Homerito, 4 meses y 20 kgs.). Hasta tiene un bolso gigante donde lo esconde para hacer el trayecto Lugano-San Cristóbal en el 143. El 24, culposa por dejarlo solo en la casa, le compró 2 latas de atún.
Como estuvo todo el día trabajando y está a punto de explotar, ese día le dió fiaca trasladarse y se quedó con el concubino a pasar nochebuena en Lugano... pero no lo había previsto; y sin alimento en la casa debieron "cenar" chizitos, mientras el perro daba cuentas del atún a toda relamida.


Mi cuñada -pongámosle, ya que es la esposa de mi primo- casi manda al cajón a su perrita, endrogándola con el doble de gotas correspondientes, de calmantes. Le tendrían que sacar la custodia. También sé que le pega con la mano abierta (que debe ser el doble de tamaño de la mía).


Mi hermana decidió, ante la inminente llegada de su beba, comenzar a inculcar buenos hábitos en su perro: Nahum, su concubino, lo atosiga con máximas morales y lo trata de usted; mi hermana lo golpea con la "Hecho en Bs. As." cuando hace pipí en la cama.


Yo tengo un tortugo virtual y otro que ya es famoso en la blogósfera. ¡No me vengan con los perros, animal más fiel y juguetón que un tortugo no hay!
*La foto de Gael, es para inspirarme. No es ningún perro. Pero me pone como una perra. Jajaja. Además el schnauzer de mi tía se llama Gael de los sabuesos (pero me gusta más este Gael, humanamente hablando).